lunes, 23 de junio de 2014

Antigua Roma

La Antigua Civilizacion Romana se extiende desde 753 a.C., hasta el año 476, abarcando, en consecuencia, más de 1200 años dividos en Tres Periodos:
I. Monarquia Romana - Se desarrolló del año 753 a.C - 509 a.C. En este período gobernaron los Reyes. Eran dominados por el poder de los etruscos.

II. Republica Romana - Se desarrolló del año 509 a.C - 29 a.C. En este período gobernaron los Consules. Aquí su gran figura es Julio César, y ya libres de los etruscos, luego de obtener Italia, se expanden por el Mediterráneo.

III. Imperio Romano - Se desarrolló del año 29 a.C - 476 d.c. En este período gobernaron los Emperadores.

Roma dentro de su arte y civilización en general admiraba mucho a la Antigua Grecia, pero a pesar de tomarla como base, Grecia tenía una visión idealista, mientras que en Roma eran un poco más realistas, considerando la familia como lo más importante, aunque siempre se mantenía una imagen modelo para los hombres y en especial una sobre cómo querían que se vieran las damas.

Un elemento de la apariencia personal al que se daba gran  importancia era el cutis. El cuidado de la piel fue una auténtica obsesión de las romanas de clase elevada, y en torno a él se desarrolló un arte del maquillaje no menos sofisticado y lujoso que el de nuestra época.
Los cánones de la belleza romana aconsejaban a la mujer una piel luminosa, sonrosada y, sobre todo, blanca. La blancura de la piel era el supremo rasgo de distinción.   Para lograr ese efecto de blancura se utilizaban diversas sustancias, que se aplicaban sobre el rostro al modo del maquillaje actual.

Las fuentes refieren muchos tipos de cosméticos usados por las mujeres romanas para blanquear el rostro, de los cuales, varios tenían efectos muy nocivos. Algún autor habla de una mezcla a base de yeso, harina de habas, sulfato de calcio y albayalde, aunque el resultado final era más bien el de oscurecer la piel. Para aclarar el rostro también se empleaba una base de maquillaje elaborada con vinagre, miel y aceite de oliva, así como las raíces secas del melón aplicadas como una cataplasma y los excrementos de distintos animales. Otros ingredientes utilizados como blanqueadores fueron la cera de abeja, el aceite de oliva, el agua de rosas, el pepino, el eneldo, las setas, las amapolas, la raíz del lirio y el huevo.

Al mismo tiempo, las mujeres gustaban de resaltar sus pómulos coloreándolos en tonos rojos muy vivos, como símbolo de buena salud. Para ello se aplicaban tierras rojas, alheña o cinabrio, aunque había alternativas más económicas, como el jugo de mora. Además, estaba muy difundida la moda de que las mujeres se marcasen las venas de las sienes en azul.

Según el ideal de belleza romana, la mujer debía poseer grandes ojos y largas pestañas. Mediante un pequeño instrumento redondeado de marfil, vidrio, hueso o madera, que previamente se sumergía en aceite o en agua, se aplicaba el perfilador de ojos, que se obtenía con la galena, que es un mineral del grupo de los sulfuros. Para la sombra de ojos, generalmente negra o azul, eran imprescindibles la ceniza y la zurita. Asimismo, y por influencia egipcia, existían las sombras verdes elaboradas con polvo de malaquita. Existía una preferencia por las cejas unidas sobre la nariz, porque se consideraba atractivo, efecto que se lograba aplicando una mezcla de huevos de hormiga machacados con moscas secas, mezcla que también se usaba como máscara para las pestañas.

Dentro de su arquitectura, poseían arquitectura religiosa, donde estaba el Templo, al cual se le sustituyeron las gradas que había en las entradas de los templos de Grecia, por un podium. También se agregaron dos órdenes más, aparte de los tres establecidos en Grecia, el Toscano y Compuesto.


Maison Carrée o "Casa Cuadrada" - Templo Romano situado en el centro histórico de Nimes, Francia

También estaba la arquitectura civil, donde entraban los edificios públicos, basílicas y termas.

Reconstrucción de las Termas Romanas de Bath, Inglaterra. Consagrada a la diosa Minerva.

Y además, estaba la arquitectura para espectáculo, en la que estaban el teatro, anfiteatro y circo.

El Coliseo es un anfiteatro de la época del Imperio Romano

En sus edificaciones, los romanos utilizaron los mosaicos, pero los mantuvieron en el piso y no los trasladaron a las paredes. También realizaban relieve en sus edificios, para conmemorar o narrar algún hecho histórico. 










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